Fredy Buitrago y Sandra Pulido 2012
Imaginar un espacio inmaculado donde no existe el tiempo. Donde los estados naturalmente cambiantes de las cosas no tienen la posibilidad de ser novedad y decrepitud. Allí, los objetos no tendrían la posibilidad de encarnar en su realidad la cualidad de acto o potencia, de niño y adulto. Cada cosa en el mimo espacio contendría su historia en un mismo instante, como una fotografía de larga exposición cuya duración es toda una vida.
Este es un video que se compone de momentos en donde lo real -objetos cotidianos-, cambia su naturaleza o adquiere su forma a través de una pérdida. De la misma manera que sustracción y adición son los principios de la escultura, acá, la forma busca encarnarse en el movimiento que reemplaza o multiplica. Como la dinámica aparentemente opuesta de las moléculas del aire o del hierro, es la cantidad de excitación de un cuerpo lo que determina su volumen, su masa. Así, en el tiempo dilatado del video se busca encontrar un estado que reduzca la capacidad de las cosas para ser fuerza, dinamismo, para ser.
Las imágenes presentadas en este trabajo buscan una transformación de la realidad, partiendo de la dicotomía entre la comprobación visual y la experimental. Los objetos cambian su naturaleza física, de modo que lo visible se convierte en el mecanismo menos indicado para conocer las facultades físicas de lo que conocemos. Lo informe da vida a la forma por medio del dinamismo, lo imperceptible es descubierto en el instante de su destrucción y lo ya existente busca pasar a otro estado, a otra dimensión.